Cuando el pasado mes de marzo se decretó el Estado de Alarma en España en ONG Rescate tuvimos que adaptar, como casi todo el país, nuestro modelo de trabajo. Aunque desde el inicio del confinamiento todo el equipo mantuvo su nivel de trabajo, según iban pasando los días y las semanas, y según iba aumentando la incertidumbre sobre el futuro de la situación, nos hicimos más conscientes de que las personas más vulnerables serían, una vez más, las más afectadas. Desde ese entonces, ha habido más de 5.000 atenciones, en comparación al mismo período marzo-abril 2019, que fueron cerda de 4.000.
El confinamiento nos enseñó la importancia de tener un techo y una red de apoyo familiar y de amigos, algo que no es tan obvio o sencillo para las personas migrantes y refugiadas. De ahí que en ONG Rescate nos viéramos en la necesidad de redoblar esfuerzos para no dejar a nadie atrás
y para que, aunque desde casa, todas las personas a las que acompañamos en el día a día no sintieran un frenazo en sus procesos.
Durante el decreto de estado de alarma, hemos realizado más de
3.000 atenciones por parte de nuestro equipo de profesionales, donde intervienen nuestras abogadas, psicólogas, trabajadoras sociales y un voluntariado ampliamente comprometido con la entidad, gracias a quienes más de 240 personas han sido apoyadas. En materia de empleo, se ha brindado atención a 682 personas en su situación y 92 personas recibieron ayudas económicas de emergencia.
Nuestras 33 plazas de acogida fueron monitorizadas hasta tres veces al día para brindar el apoyo y acompañamiento necesario en los momentos más difíciles, donde las personas se enfrentaban nuevamente a situaciones de soledad o encierro que generaban traumas. Sin embargo, el equipo de ONG Rescate estuvo y estará en todo momento para generar un vínculo y brindar la mayor sensación de seguridad y estabilidad emocional.
En cuanto a formación, generamos espacios donde intercambiamos experiencias con otras organizaciones para optimizar la atención especializada a las personas refugiadas.
Mª Carmen Hidalgo, Responsable del Área de Inclusión, comenta que “ahora, el reto de acompañar la recuperación emocional, la inclusión social y laboral de personas inmigrantes y refugiadas vulnerables es aún mayor. En estos tiempos de pocas certezas, resulta difícil planificar y nos estamos volcando en el abordaje de dificultades sobrevenidas para que ninguna de las personas que atendemos tenga sin cubrir sus necesidades más básicas: alimentación, vivienda, suministros y salud. También estamos tratando de facilitar que todas las personas tengan equipos informáticos y conexión a Internet, para garantizar el acceso a información. En el caso de menores en edad escolar, que puedan continuar con sus estudios con la mayor normalidad posible".
En ONG Rescate, contamos con 60 años de experiencia en cooperación internacional y atención a personas refugiadas y, aunque nos mantengamos resguardados en nuestros hogares, los Derechos Humanos no están, ni estarán en cuarentena.