La pandemia provocada por la COVID-19 ha supuesto un cambio en el modo de vida de todas las personas en cualquier lugar del mundo. La forma de relacionarnos con nuestros familiares y amistades se ha visto afectada en todos los sentidos.

Dentro de este contexto, también se ha visto alterada la forma de comunicación por parte de los diversos actores políticos de los países. Quizás abrumados por la difícil situación a la que nos enfrentamos como sociedad, hemos observado como aumentan los discursos xenófobos o comparaciones poco acertadas con la situación sanitaria de otros países.

Recientemente hemos recibido en nuestro buzón antirumores, un vídeo donde Pablo Casado en el Congreso de los Diputados aseguró que solo Perú “está peor” que España en la crisis del COVID-19. Si bien pareciera que esta expresión es inofensiva, no lo es así en tiempos de la pandemia actual, donde cualquier referencia peyorativa contra una región país o nacionalidad, puede desencadenar una serie de factores negativas que afectarán de forma directa a la población de dicho país. 

Es por ello que merece la pena recordar que, ni la nacionalidad ni el poder adquisitivo de una persona, se escapa de tal situación sanitaria. Por lo que, en ningún caso, las descalificaciones hacia las nacionalidades o las comparaciones que conlleven a esas descalificaciones tienen cabida.

Si quisiéramos entender mejor el efecto de esas comparaciones poco acertadas, podríamos preguntarnos: ¿Cómo nos sentiríamos si fuese un alto representante de Suecia o Alemania quienes hicieran algún tipo de comparación, alegando que España es el peor país ante la pandemia? ¿O relacionar su gestión y compararla con la nuestra? Seguramente esto provocaría un desencadenado de comentarios a favor y en contra que en nada contribuirían a la mejora de la situación del país y a la visión que se tiene de nuestra ciudadanía.

A raíz de lo anterior, La Embajada del Perú en España ha publicado en su cuenta de Facebook una comunicación “a raíz de la desafortunada referencia al Perú” realizada el 16 de septiembre en el Congreso de los Diputados, dirigida al señor Pablo Casado, Presidente del Partido Popular.

«No voy a entrar discutir el tema de fondo ni el manejo que cada Gobierno ha hecho de este enorme desafío. Sería incapaz, desde mi posición de embajador del Perú, de juzgar o pronunciarme públicamente sobre la situación interna de un país amigo», escribió el embajador.