MIGRÉ por la difícil situación socio-económica y política que hay hasta la actualidad en mi país, Honduras; el gobierno, la policía y los militares son corruptos. Hay muchas muertes y violencia social machista por parte de los grupos de pandillas (maras), mafias que venden y transportan la droga, policía y políticos corruptos que también están envueltos en la venta de drogas, limpieza social (muertes). Existen pocas oportunidades de desarrollo laboral por las extorsiones instaladas (maras, policía y grupos de poder). La situación con la que se brega antes de 2009 con las drogas ha instalado la impunidad de esa corrupción política porque Honduras forma parte de los corredores por donde se trasladan toneladas de droga hacia el norte (Estados Unidos y Canadá) llegando a instalar un narco Estado.
ENCONTRÉ, al llegar aquí, un muro burocrático para obtener un trabajo formal remunerado en condiciones. Además, la cantidad de documentos que tienes que presentar para obtener un visado es desgastante, estresante y poco a poco te va dejando sin capital económico para poder sobrevivir los primeros meses.
DE ESTE CAMINO ESPERO formalizarme, lograr la estabilidad y sustentar mi documentación para obtener beneficios que en mi país no encontré o que en algunos casos me fueron de difícil adquisición (un trabajo formal, un lugar donde vivir, el cambio de nombre que requiero).
PARA MÍ, MIGRAR ES un verbo, es mover o trasladar mi vivienda de un lugar a otro; pero claro, mejorando las condiciones de vida o el desarrollo de ésta con las personas que están a mi lado.