“Ana es lo mejor que me ha pasado, con ella he aprendido a conocerme, he aprendido a saber quién soy”, confesaba con emoción Alex, una de tantas personas refugiadas supervivientes de la discriminación que sufre el colectivo LGTBI+.
No es la primera vez -y seguramente tampoco sea la última- que se escuchan estas palabras de cariño y agradecimiento a Ana Prieto, psicóloga del equipo profesional de ONG Rescate. Por eso hemos querido hablar con ella.
El Sistema de Acogida es un reflejo del país que acoge, de su cultura y sociedad. Las personas LGTBIQ+ migran de manera forzada a nuestro país con el objetivo de encontrar una sociedad inclusiva que les permita desarrollar una vida plena y diga. Sin embargo, la realidad se encarga de romper estas expectativas, encontrando grandes dificultades para restablecer el equilibrio vital necesario dado los prejuicios y estereotipos que recaen sobre el colectivo LGTBIQ+. Los retos destacados que encontramos en ONG Rescate son: la creación de espacios seguros dentro de los dispositivos de Acogida, en cada una de las entidades que atienden y acompañan en Protección Internacional al colectivo, a través de la sensibilización y concienciación de las personas trabajadoras.
También, dentro de las instituciones pertinentes, cuya toma de decisiones repercute en el futuro de las personas LGTBIQ+ en nuestro país. El acceso al ámbito laboral y la inclusión social real son, en la mayoría de los casos, una utopía. Es importante destacar, además, la vulnerabilidad en la que se encuentran, en concreto, las mujeres trans migrantes, dada su interseccionalidad y la multitud de violencias que las atraviesan -transmisoginia, violencia de género, racismo…-. Las especificidades de cada letra del colectivo, sus necesidades y tiempos, son cuestiones aún pendientes de resolver a nivel institucional, social, educativo, sanitario y laboral.
En ONG Rescate acompañamos desde todas las áreas (jurídico, social, psicológico, mediación…) de una manera holística e integral, entendiendo a las personas en todas sus dimensiones, interseccionalidades y contextos, y las violencias que sobre ellas se ejercen a nivel estructural, cultural y directo, estableciendo ejes de poder y de desigualdad entre las personas por diferentes motivos. En este caso, por su género, identidad, expresión, orientación, lugar de nacimiento, situación administrativa, etc. Para ello, hemos generado un acompañamiento especializado con perspectiva de género, junto con un enfoque basado en Derechos Humanos, interseccional, inclusivo y despatologizante de la diversidad de identidades, expresiones y orientaciones.
El equipo técnico de Atención Directa recibe formaciones periódicas sobre cuestiones relacionadas con cada ámbito de actuación, consideramos que la información y capacitación continuada y actualizada nos brinda la oportunidad de realizar un acompañamiento interdisciplinar de calidad acorde a las necesidades reales de las personas usuarias.
Uno de nuestros pilares fundamentales es situar a la persona usuaria, con todas sus capacidades, habilidades y recursos, en el centro de la intervención, siendo la protagonista de su propio proceso. Las diferentes áreas servimos de apoyo y acompañamiento, de información y facilitación de vivencias, experiencias, aprendizajes y conocimientos. Nuestro objetivo es evitar las dinámicas represivas, paternalistas y asistencialistas y fomentar la autonomía y autosuficiencia.
Desde el área psicológica promovemos la generación de un espacio seguro, donde prime el respeto, la aceptación y la validación de las diversas identidades, expresiones y orientaciones, a través de la escucha activa, el compromiso y la revisión de nuestras propias experiencias, pensamientos y emociones presentes durante el acompañamiento terapéutico. No podemos olvidar que, tanto personas usuarias como profesionales, formamos parte de una sociedad LGTBIQ+fóbica, habiendo interiorizado y asimilado los esquemas y valores que la sustentan. Es nuestra responsabilidad darnos cuenta de ello, cuestionarlo y transformarlo en un reaprendizaje de la diversidad y naturalidad de los cuerpos, los géneros y los deseos.
El trato, cálido y cercano, también pretende evitar la retraumatización y revictimización, para lo que es necesario la coordinación directa con el resto del equipo asignado, respetando los tiempos y las necesidades de cada persona.
Como bien comentas, el acompañamiento psicológico es esencial, especialmente para personas que vienen huyendo de sus países al haber sido discriminadas, rechazadas y violentadas con motivo de su orientación sexual, identidad y/o expresión de género. Si bien, el primer reto con el que nos encontramos desde el área psicológica es el gran desconocimiento y los prejuicios que existen sobre nuestra labor, por un gran porcentaje de las personas usuarias. Con lo cual, una de las cuestiones en las que incidimos es en explicar y ampliar los conocimientos acerca del acompañamiento que ofrecemos. Con esa información, la persona decidirá si requiere o no, debido a diferentes circunstancias, que comencemos las sesiones terapéuticas (en los términos antes nombrados).
La situación psicológica, emocional y física de las personas LGTBIQ+ que se encuentran dentro del sistema de acogida y, por lo tanto, de nuestra entidad, es especialmente vulnerable. La LGTBIQ+fobia sufrida en país de origen, durante su trayecto migratorio y aquí en España, encuadran las necesidades y los tiempos de la intervención terapéutica. La creación de un vínculo seguro y de confianza es fundamental para el abordaje y la reparación de toda una vida llena de sucesos traumáticos por parte de personas que han invalidado, invisibilizado y castigado su orientación, identidad y/o expresión desde edades tempranas. Este vínculo pretende establecer las bases de una relación sana e igualitaria.
A raíz de la aceptación plena de las personas a las que acompañamos, también se genera un entorno que fomenta el autoconomiento y la introspección, el sostén para el abordaje de la LGTBI+fobia interiorizada y externalizada. A su vez, no podemos olvidar que las personas usuarias se encuentran en un contexto nuevo, desconocido, y tanto las expectativas como las capacidades adaptativas se pueden ver comprometidas.