Hamza se dedicaba al modelaje y a la atención de vuelos comerciales en un Marruecos en el que siempre tenía que disimular y esconderse. Pertenece a un país en que la comunidad LGTBI es penada hasta con tres años de prisión. Sus razones para venir a España en busca de protección son tan simples como humanas: “Necesitaba mi vida privada, futuro y libertad”.
Tiene 23 años y llegó hace apenas seis meses, después de sufrir múltiples ataques en el último tiempo solo a causa de su orientación sexual. Su pelo largo le trajo varios quebraderos de cabeza, desde insultos hasta ver cómo la policía le humillaba en público y le impedía renovar su documento de identidad.
Aquí, en cambio, ha visto cómo Madrid le ha abierto las puertas de la libertad. Cómo puede conocer gente, sentirse vivo y no renunciar a quien es. Cómo posar como modelo en sesiones de fotos en las que su aspecto le hace destacar y no sentir menosprecio.
Entre sus aspiraciones futuras está escribir un libro en el que se atreva a relatar, con perspectiva y de manera sosegada, su historia a modo de autobiografía. Con ella quiere servir para que “la juventud marroquí en sus circunstancias pueda verse reflejada y reúnan fuerzas para perseguir sus sueños”.
Hamza habla árabe, francés, inglés perfectamente y su español avanza a pasos agigantados. Mientras ansía una oportunidad laboral que le permita trabajar de nuevo como auxiliar de vuelo, en ONG Rescate le acompañamos con asesoramiento jurídico, asistencia social y psicológica. Según Hamza, “Rescate es una familia para mí ahora en España”.