Michel Perea es artista y escritor, aunque en su faceta audiovisual le gusta ser conocido como Leonardo. Leonardo Perea se autoidentifica como persona andrógina y toda su obra está relacionada con la sexualidad y la identidad de género. Además, es artista en un país cuyo Gobierno pone importantes trabas y controles a la cultura, mucho más a aquella que es reivindicativa.
El Decreto 349 que se aprobó en 2018 puso de manifiesto el malestar de todo el mundo de la cultura cubano, pero tras sufrir amenazas, detenciones e interrogatorios, fueron pocos los que se mantuvieron firmes en las calles. Entre ellos estaba Michel, perteneciente al conocido como Grupo de San Isidro.
Las acciones que llevaron a cabo en las plazas públicas supusieron para Michel, así como para sus compañeros, una persecución política que le obligó a exiliarse y pedir asilo en España. Antes de eso, llevaba varios años encerrado en casa, alejado de la sociedad por problemas de rechazo debido a su orientación sexual, además de sufrir actos de acoso y persecución.
A los quince años tuvo que abandonar la escuela por problemas de inclusión. No pudo obtener el graduado escolar por culpa del bullying. “Mi proyección es muy gay, soy andrógino y eso genera molestia desde la escuela hasta las instituciones”, explica Michel. A partir de ese momento, vivió prácticamente encerrado en casa por miedo a los demás. Construía su obra desde casa y exponía casi siempre por redes sociales. Las únicas dos veces que una galería se animó a exponer su obra, sufrió grandes problemas de censura.
Por suerte la relación con su familia siempre ha sido buena, aunque eso también hizo más difícil la marcha, hace ahora un año. Al estigma de su orientación sexual, al miedo por la persecución, Michel debe sumar ahora el duelo por la separación de su madre y otros seres queridos.
Pese a todo, aquí sabe que puede ser libre y tiene la mano tendida de ONG Rescate, donde le orientamos y acompañamos en su formación mientras se adapta a la vida fuera de las cuatro paredes donde tenía la costumbre de estar.